LA CIBERDELINCUENCIA
Los delitos en internet están a la orden del día. Con el avance de las nuevas tecnologías, una parte de la sociedad ha aprovechado este salto para cometer delitos a través de internet.
La ciberdelincuencia consiste en la realización de cualquier actividad ilegal llevada a cabo mediante el uso de tecnología. Los ciberdelincuentes atacan a personas, empresas, entidades de distintos tipos y gobiernos con diferentes objetivos.
LA CIBERDELINCUENCIA
Hecho probado: Internet se ha colado en nuestras vidas, para todo… y cuando digo todo es cada día un poco más de “todo”.
Internet se usa como fuente de información, para consultar todo tipo de rutas, hoteles, horarios, para hacer formularios de solicitudes, solicitar múltiples servicios “online”… Llevamos un tiempo usándolo para el archivo de documentos, en nuestro día a día, en nuestros ratos de ocio, para jugar con nuestro preciado tiempo a juegos que nos lo quitan e incluso, podemos escuchar música de fondo mientras realizamos múltiples consultas a través de los innumerables navegadores existentes.
También hacemos uso de nuestros servicios bancarios, compramos entradas, podemos incluso llegar a planear una escapada… hacemos múltiples gestiones relativas a la Administración… nos comunicamos a tiempo real, algo que hace una década era prácticamente impensable.
Internet ha venido para quedarse y para sustituir nuestra forma anterior de comunicación, con sus “pros” y sus “contras”, y ahí es donde entro yo “a saco”.
MIL FORMAS Y REPRESENTACIONES DE LA CIBERDELINCUENCIA
El engaño de toda la vida, pasa a llamarse “ingeniería social”… o lo que es lo mismo, la habilidad para engañar a un tercero.
¿Quién no ha recepcionado alguna vez en su navegador, un aviso que nos comunicaba que teníamos no se cuantos de cientos de miles de vulnerabilidades en nuestro Sistema Operativo, y que haciendo “clic” en un “banner” se nos solucionaba todo?
La sociedad actual, trata de hacernos creer que el hacking es una actividad “simpática”. No hay conciencia sobre “Seguridad informática”… He oído miles de veces afirmaciones como “yo no tengo nada que ocultar” “A mí, no me van a espiar” “No soy alguien de interés para nadie”. Este hecho, hace que se obvie que por ley, tenemos mucho que guardar, y pongo un ejemplo… Si alguien pierde su móvil, se le plantea un problema bastante importante y mucho más problema, si no lo tiene “securizado” (pin, patrón, contraseña…), aunque el perjudicado “no tengo ningún tipo de información de valor”. Ahora bien… ¿Qué pasa con la agenda de contactos? Por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) existe la obligación de custodiar los accesos no autorizados a esa BASE DE DATOS, y la sanción por tal circunstancia, no es de las “baratas”.
Pero continuemos… hablando de “virus”: Qué levante la mano el que no ha tenido algún incidente de seguridad con estos “bichitos”, máxime teniendo “Windows” y sin licencia o con crack (para más INRI).
En otras ocasiones, los ciberdelincuentes disfrutan de nuestro Internet, pirateando nuestro Wifi que pagamos, injurian por Redes Sociales, coaccionan, calumnian, amenazan y se camuflan haciendo complicado cualquier tipo de investigación para la localización del autor.
En otros casos ya mucho más graves, ocasionan estragos tecnológicos atacando estratégicas infraestructuras críticas tales como hospitales, aeropuertos…-, por el mero hecho de causar daño y con ello poder expandir el caos, el dolor, el terror… con la única intención de difundír intolerantes teorías y/o pensamiento único.
LA IMPORTANCIA DE PERSEGUIR ESTA TIPOLOGÍA DELICTIVA
“Los delincuentes van un paso por delante”. Cuántas veces habré oído esta frase. Y sí, reconozco que tiene su parte de razón, pero no toda. Un ciberdelincuente que quiere cometer un delito, tiene mucho tiempo para planearlo, y por el contrario la legislación obliga al investigador a recabar las pruebas, en un breve espacio de tiempo. También cuenta con equipos de “última generación” y un investigador, tiene los equipos que se puede permitir… Pero donde realmente pudiera jugar con desventaja un ciberdelincuente, en la formación.
La mayor parte de los ciberdelincuentes, usan el anonimato que ofrece internet, para cometer un ilícito penal… los más especializados, utilizan un determinado “modus operandi” aprendido y los más “de lo más”, son los que conocen bien el entramado judicial y tecnológico, y de ahí surge la necesidad de formación.
Se necesitan con urgencia, profesionales formados que puedan hacer frente a toda esta nueva ciberdelincuencia. El simple hecho de catalogar un delito sin lugar a equivocarnos, obtener información del “modus operandi”, el conocimiento que permitirá cómo obtener indicios o evidencias digitales y preservarlas mediante la denominada “cadena de custodia” y todo ello plasmarlo en un informe judicial, es algo que conlleva una serie de conocimientos como los que ofrece ADDPOL.
En este sentido, los cursos de INVESTIGACIÓN DE LA DELINCUENCIA TECNOLÓGICA, BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN A TRAVÉS DE FUENTES ABIERTAS (OSINT), CIBERDELINCUENCIA, SEGURIDAD DE LA INFORMACIÓN Y SEGURIDAD DIGITAL y ANÁLISIS PARA LA OBTENCIÓN DE EVIDENCIAS DIGITALES, son cursos todos ellos CERTIFICADOS POR LA UNED y HOMOLOGADOS por la Academia Gallega de Seguridad Pública (AGASP), que una vez superados, nos autentifican para trabajar en esta ¿apasionante? rama delictiva.
Si los profesionales se encuentran perfectamente capacitados para desempeñar su labor de investigación, la delincuencia de Internet que actualmente utiliza la sorpresa del avance tecnológico para hacer daño, sin lugar a dudas, cada vez lo hará con menor intensidad, transformando el denominado “statu-quo”, que es de lo que se trata con la ley en la mano.
Ya para finalizar, afirmo con total seguridad que cuando los peritos que analizan las evidencias digitales en cualquiera de sus múltiples disciplinas e integren una red de expertos que permitan el auxilio eficaz, con sus conocimientos en la tarea diaria de nuestros Tribunales de Justicia… el combate al delito que irrumpe hoy como una forma “novedosa”, se hará mucho más eficaz, a la par que justo.
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- PERITO/A JUDICIAL EXPERTO EN BÚSQUEDAS A TRAVÉS DE FUENTES ABIERTAS (OSINT) (2ª EDICION)
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